domingo, 26 de junio de 2011

Las hormigas en la investigación criminal

Existen factores de variación en el proceso de putrefacción de un cuerpo, como son los procesos de transformación cadavérica: cambios iniciales; fenómenos autolíticos; modificaciones bioquímicas; fenómenos inmediatos que destacan las livideces, rigidez y enfriamiento cadavérico y los fenómenos mediatos de putrefacción cromático, enfisematoso, colicuativo y de reducción esquelética. Sin embargo los factores individuales y ambientales influyen en la evolución del proceso putrefactivo.

Dentro de los factores individuales se encuentran la nutrición, edad, patologías previas, que aceleran o retardan la marcha del proceso putrefactivo. Mientras que los ambientales se encuentran la temperatura ambiental, medio circundante, cadáveres sumergidos, enterrados o la acción de depredadores como animales domésticos; roedores; aves; mamíferos salvajes; peces, crustáceos e insectos. Estos últimos  se pueden citar las especies necrófagas, necrófilas, omnívoras o accidentales.

Los depredadores del cuerpo pueden atacar cualquier área, lo que contribuye a las transformaciones cadavéricas, pero hay que tomar en cuenta que estas lesiones al ocurrir postmortem no presentan la intensidad en la coloración roja, por ello se ven lesiones pálidas con ausencia de sangrado. Des este modo, tales lesiones o alteraciones pueden afectar el resultado del estudio necrópsico si durante el mismo no se tiene en consideración la posible existencia de estos depredadores para dar la interpretación correcta a las lesiones presentes en el cuerpo.   

Entre estos insectos, las hormigas por ejemplo constituyen un caso especial ya que, a diferencia de otros insectos, su acción depredadora se puede iniciar antes de que haya instaurado el proceso de putrefacción, siendo las hormigas insectos depredadores y omnívoros, que atacan precozmente  el cuerpo, en especial, las regiones expuestas cara, manos, entre otras. Estas producen lesiones que pueden confundirse con excoriaciones apergaminadas, deprimidas, milimétricas y que, muchas veces, conforman patrones vagamente lineales o se encuentran en la periferia de lesiones penetrantes, su acción depredadora la realiza mediante mordeduras.

Las hormigas (familia Formicidae), son una familia de insectos del orden de los himenópteros, emparentados con las avispas. Las hormigas ocupan todas las regiones biogeográficas del mundo y son capaces de adaptarse a diversos ambientes. Su importancia en la investigación criminal radica en las alteraciones que pueden causarle al cuerpo en descomposición, pueden datar una ubicación geográfica cuando se cuenta con un estudio de distribución para las especies de hormigas existentes en una zona determinada, pueden causar la muerte a una persona por las sustancias tóxicas que presentan y pueden ser de importancia en el caso de trafico de mercancía.  Además la hormigas pueden alterar los resultados de las investigaciones encaminadas a la estimación del intervalo postmortem mínimo basado en el estudio de los insectos necrófagos, debido a que estas también se alimentan de huevos y larvas de las mocas, las cuales son usadas para la datación del tiempo de muerte, llegando a desestabilizar el proceso de putrefacción del cuerpo.

Referencias bibliográficas

Castillo, M. 2001. Principales especies del Orden Hymenoptera presentes en carroña de cerdos en la Comarca de la Litera (Huesca). Rev. Aragon. Ent. 9: 89-92.

Garamendi, P., M. López, A. Mazón y J. Rodríguez. 2008. Lesiones post mortales por fauna cadavérica, la acción de las hormigas sobre el cadáver. Cuad. Med. Forense. 14(52): 155-159.

sábado, 25 de junio de 2011

Clasificación de los insectos de importancia forense, según su alimentación

Son momentos claves los procesos de putrefacción cadavérica, ya que, por sus diversos olores, atraen a una variedad de insectos (dípteros, coleópteros, lepidópteros y algunos ácaros), fenómeno que indica el tipo de sustancia que prefieren los insectos como alimento; clasificándose en:

Especies necrófagas: son los insectos que se alimentan del cuerpo. Incluyen dípteros (Familia Calliphoridae y Sarcophagidae) y coleópteros como los pertenecientes a las familias Silphidae y Dermestidae (Fig. 1), las larvas de estas familias son de mucha importancia debido a que son están quienes consumen los tejidos del cuerpo para su alimentación (Fig. 2). Estos insectos son de mucha relevancia para datar el intervalo postmortem mínimo, los cuales a su vez se clasifican en oleadas o escuadrones de sucesión, asociados a esos periodos de descomposición progresiva del cuerpo.


Especies necrófilos (depredadoras y parásitos) (Fig. 3): son un grupo de insectos que no tienen una relación directa con el cuerpo, sin embargo son parásitos o depredadores de las larvas y pupas de las especies necrófagas; tenemos coleópteros de la familia Silphidae, Staphylinidae e Histeridae; dípteros de la familia Calliphoridae y Stratiomyidae, incluye también himenópteros.

Especies omnívoras: insectos que se alimentan del cuerpo, así como de los otros artrópodos asociados, se incluyen avispas, hormigas y coleópteros. Se conoce que estas especies omnívoras pueden provocar retraso en la tasa de descomposición del cuerpo, ya que disminuye la población de necrófagos.

Especies accidentales: son artrópodos que hacen uso del cuerpo como una extensión de su hábitat normal, entre estos tenemos colémbolos, arañas, ciempiés, ácaros entre otros, que pueden alimentarse de hongos y mohos que crecen en el cuerpo.

No obstante el grado de actuación de estos insectos necrófagos varía con la ubicación espacial del cadáver, así como la causa de muerte, sumergido, enterrado, muerte por envenenamiento, entre otras. La colonización de cadáveres por esta entomofauna es ordena, los primeros en llegar son los califóridos (Calliphoridae) seguido de otras familias de dípteros y coleópteros, sin embargo hay que tener presente  que los patrones de sucesión de estos insectos varían geográficamente, teniendo cada localidad su propio conjunto de especies de artrópodos asociado a cadáveres, incluyendo las especies cosmopolita.    


Referencias bibliográfica


Magaña, C. 2001. La Entomología Forense y su Aplicación a la medicina legal, Data de la muerte. Bol. S. E. A. 28: 49-57.

Liria, J. 2006. Insectos de importancia forense en cadáveres de ratas, Carabobo-Venezuela. Rev. Peru. Med. Exp. Salud Pública. 23(1): 33-38.

domingo, 19 de junio de 2011

Colecta y preservación de las muestras de interés entomológico en la investigación criminal

La recolección cuidadosa de las muestras entomológicas en el sitio del suceso, acompañada del conocimiento biológico de los insectos colectados y de otros hallazgos en la escena del crimen, investigación y necropsia médico legal permite explicar tanto la reconstrucción de los hechos, como la determinación del intervalo postmortem mínimo (IPM), causa de la muerte, mecanismo y lugar de la muerte, trafico de droga, mercancía, entre otros para dar resolución a  los casos criminales.

1. Localización de las muestras entomológicas: el entomólogo forense aplica las técnicas de búsqueda, observación y análisis del sitio del suceso, realizando un recorrido muy detallado por todas las áreas que sean relevantes, delimitando aquellos lugares donde se encuentren insectos en sus diferentes estados de desarrollo.

2. Toma de parámetros ambientales y ubicación geográfica del sitio del suceso:
 Con ayuda de los instrumentos adecuados se tomaran los datos de temperatura, humedad relativa, altitud, latitud, tipo de suelo, estacionalidad, características de la vegetación, características del rio, mar, descripción de un punto orográfico de referencia, entre otros; los cuales darán una idea como ha sido el patrón de crecimiento de las larvas en el cuerpo en descomposición, así como el uso de estos datos mediante Sistemas de Información Geográfica (SIG) permitirá crear mapas predictivos como herramienta de estudios en la entomología forense. Todo dato colectado se registraran en el “Acta de Levantamiento de Muestras Entomológicas” con la hora respectiva a la cual se colectaron los datos. También se debe describir el sitio del suceso (abierto, cerrado o mixto, entre otros).


3. Fijación de las evidencias: con el uso de una cámara fotográfica el entomólogo forense puede fijar toda aquella evidencia entomológica o no que sea de utilidad para comprender la llegada de los insectos y distribución sobre el cuerpo en descomposición, apoyándose de la planimetría para ello.


4. Colecta de las muestras entomológicas:
4.1 Sito del suceso abierto: ante todo se debe disponer del equipo necesario (Kit de entomología forense), aclarando que se pueden colectar huevos, larvas, pupas y adultos de dípteros, coleópteros o cualquier otro insecto que pueda estar allí presente. Inicialmente antes de realizar el levantamiento del cuerpo se debe colectar los insectos que se vean con mayor facilidad y que estén volando sobre el cuerpo en descomposición con ayuda de una red entomológica, colectar adultos muertos que estén sobre y cerca del cuerpo en descomposición esto puede orientar a sustancias toxicas presentes en el cadáver, larvas y huevos  se colectan con pinzas lisas o pinceles humedecidos, es de suma importancia colectar las larvas de mayor tamaño, debido a que son están las que determinan la primera oleada de moscas que llego al cuerpo, es de suma importancia en este momento tomar la temperatura de las masas de larvas que estén en el cuerpo en descomposición. Se revisa con mucho cuidado la ropa, orificios naturales, de entrada, heridas, entre otros. Posteriormente cuando el cuerpo se remueve se colecta con una pala muestras de suelo, debajo del cadáver y los alrededores, con el fin de buscar pupas. Un muestreo aleatorio puede asegurar una representatividad real de los insectos presentes.
4.2 En casos de ambientes acuáticos, se debe colectar todo lo que se pueda, quizás no exista una fauna entomológica asociada como en los ambiente terrestres, pero existen organismos muy estudiados que son clave para la determinación de la calidad del agua de los ríos los cuales pueden orientar en que parte del rio fue liberado el cadáver y cuanto se desplazo desde este punto de liberación debido a las corrientes.
4.3 En sitios del suceso cerrado la búsqueda debe ser muy cuidadosa, en una casa por ejemplo siempre es aconsejable buscar en los bordes de las esquinas de las paredes, debajo de las alfombras, closets, entre otros, si el sitio del suceso es un carro buscar en la tapicera, maleta, motor, debajo de los asientos.
4.4 Colecta de muestras en restos inhumados: colectar toda aquella evidencia entomológica que pudiera estar en el suelo, anotando la profundidad a al cual fue colectado.
4.5Colecta de insectos durante la necropsia, se debe revisar detalladamente la bolsa en la cual fue trasladado el cadáver, posteriormente se realiza una revisión de la ropa en especial la costuras y zona humedecidas por los fluidos del cadáver. Durante el procedimiento de la necropsia se debe buscar los insectos en: pelo, cráneo, orificios naturales, tracto respiratorio y digestivo, axilas, lesiones y/o heridas presentes, indicando el área anatómica o la región corporal en la que fueron colectadas las muestras. Se fotografían las zonas corporales que presentan mayor actividad de insectos, colectando las muestras con pinceles o pinzas delgadas. 

5 Preservación de las muestras entomológicas
Huevos: se colectan con pinceles se preservan el etanol al 70%, un grupo se coloca en un recipiente con sustrato para criarlas en el laboratorio.
Larvas: las larvas colectadas se dividen en grupos, unas serán preservadas sumergiéndolas en agua hirviendo y posteriormente se sumergen en etanol al 70%; un segundo grupo se cría en envases con tierra estéril y carne, un grupo puede se introducida en una cava con hielo para estudios toxicológicos en casos que se sospeche muerte por causa de algún tipo de sustancia toxica, y un cuarto grupo se sumerge en etanol para estudios moleculares. Cada muestra se trata por separada con su identificación y la región del cuerpo donde fue colectada. En caso de no contar con agua hirviendo se introducen las larvas directamente en etanol al 70%.
Pupa: se dividen en dos grupos, uno se preserva en etanol al 70% con su etiqueta, y el otro se cría en un envase con arena, papel húmedo, entre otros.
Adulto: son sumergidos en etanol al 70%, se preserva con su etiqueta.

6 Embalaje y cadena de custodia: todas las muestras deben estar previamente rotuladas, es recomendable colocar el estadio en el cual fue colectada la muestran (huevo, larva, pupa), esto permite saber si durante el camino paso de estadio, estas se introducen en una caja que permita transportar de manera eficiente las muestras con la planilla de los datos colectados, realizado esto el investigador confecciona la cadena de custodia y la remite para su estudio a un entomólogo forense, ya sea propio del CICPC o lo remite a una Universidad que cuente con personal calificado para ello. Todas las muestras deben transportarse en una caja refrigerada  (5-10 ºC), para disminuir el metabolismo de las larvas y deben hacerse llegar a su destino lo más pronto posible para evitar alteraciones de la evidencia y garantizar su estudio.

Referencias bibliográficas

Gutierrez, M. 2008. Manejo de Evidencias Entomológicas Forenses. Policía de Investigaciones de Chile, Brigada de Homicidios Chillan. 1-8.

Magaña, C. y J. 2009. Prieto. Recogida de Muestras para Estudio Entomológico Forense. Rev. Esp. Med. Legal. 35(1): 39-43.

Pasquerault, T., B. Vicent, L. Dourel, B. Chauvet y E. Gaudry. 2006. Los muestreos Entomológicos: de la escena del crimen a la peritación. Ciencia Forense. 8: 39-56.

sábado, 18 de junio de 2011

2do Taller “El Uso de Insectos en la Investigación Criminal”


El 18 de junio, en las instalaciones del Departamento de Biología de la Universidad de Carabobo, los estudiantes del Servicio Comunitario de Entomología Forense, dictaron el segundo taller sobre “El Uso de Insectos en la Investigación Criminal”, dirigido a personal del CICPC, estudiantes de la licenciatura en biología, medicina y publico general, los cuales aprendieron sobre la entomología forense y el rol del entomologo forense en la investigación criminal.



El taller se baso en:

-          Introducción a la Entomología Forense (EF)

-          Colecta y preservación de la evidencia, cadena de custodia

-          Determinación del Intervalo Postmortem mínimo

-          Parámetros ecológicos y Tablas de vida

-          Identificación de larvas y adultos de dípteros de importancia médico legal

-          Técnicas moleculares y toxicológicas aplicadas a la entomología forense

-          Aplicación de la entomología forense en otros países, propuesta de un laboratorio de ciencias forenses que incluye las áreas de entomología forense, botánica forense, entre otras, en nuestro país.


El taller conto con una actividad práctica la cual consistía  en colectar, fijar e identificar la evidencia asociada a casos en donde el rol del entomólogo forense juega un papel fundamental en la investigación criminal. Una vez concluido la actividad práctica se realizaron las discusiones de cada caso, para entender cual fue el abordaje de las evidencias de interés entomológico encontradas por parte de los asistentes al taller, con el fin de datar el intervalo postmortem mínimo y otros factores claves de interés forense.

sábado, 11 de junio de 2011

Estudio del esqueleto cefalofaríngeo

Las larvas de insectos asociadas a cadáveres son quienes en realidad presentan más valor a la hora de datar el intervalo postmortem mínimo, debido a que son estas quien se alimenta continuamente del cuerpo en descomposición, una vez que las larvas son colectadas se proceden a fijarlas en agua hirviendo y posteriormente se sumergen en etanol al 70%. Para una correcta identificación se debe usar las características morfológicas de las larvas, sin embargo en la mayoría de los casos la identificación se realiza mediante el estudio del esqueleto cefalofaríngeo, el cual se disecciona con la ayuda de una hojilla de afeitar o bisturí en la parte anterior de la larva.

Después que se extrae la parte anterior de la larva, se procede al aclarado de la pieza bucal para dejar a la vista sola las estructuras esclerotizadas que son de interés para clasificar a las larvas en especie, es decir, elimina selectivamente las partes musculares y las grasas, dejando la parte quitinosa.

Se procede a sumergir la pieza bucal en un vidrio de reloj o en tubo de ensayo con hidróxido de potasio en solución acuosa (KOH) al 10% durante 6-8 horas a temperatura ambiente, o acelera el proceso mediante calor unos 5 ó 10 minutos, otros autores prefieren usar el KOH más diluido, por ejemplo al 5%, lo cual permite dominar mejor el procedimiento por ser de acción más lenta. Tradicionalmente se ha venido usando el hidróxido de potasio (KOH) para aclarar las piezas bucales; sin embargo se ha visto que usar el hidróxido de sodio (NaOH), da mejores resultados y es menos corrosivo.

Una vez aclarada la pieza podemos guardarla en microviales (10 x 5 mm) en etanol al 70% al que podemos añadir tres gotas de glicerina, cuando se desee realizar la identificación de la pieza bucal se extrae del vial y se deposita en una placa de porcelana adicionándole glicerina, posteriormente se puede observar a la lupa estereoscópica.

Es necesario insistir en el hecho de que una pieza bucal separada del ejemplar, se extravía con facilidad, para ello, una vez estudiada la pieza se debe guardar el microvial que la contiene introduciéndolo en el envase que contiene el resto de la larva. Por ultimo se realiza un etiquetado con los datos típicos de identificación de la especie, con el nombre de la familia, fecha de colecta, lugar de colecta y número de caso.  

Referencia bibliográfica

Sukontason, K.; R. Methanitikorn; K. Sukontason;  S. Piangjai y J. Olson. 2004. Clearing technique to examine the cephalopharyngeal skeletons of blow fly larvae. Journal of Vector Ecology. 192-195.

domingo, 5 de junio de 2011

Entomotoxicología

La toxicología forense tiene como objetivo el esclarecimiento del origen de una intoxicación o envenenamiento de la(s) sustancia(s) que bajo determinadas condiciones pueden haber provocado la muerte del individuo. Como los cambios primarios producidos por los tóxicos en varios tejidos son bioquímicos y no anatómicos, el patólogo no siempre puede identificar el agente causal; es responsabilidad del Toxicólogos Forense, determinar si algún agente químico exógeno esta presente en las muestras provenientes de autopsias, en relación a una investigación médico legal.

Por los métodos tradicionales de la toxicología, los productos de envenenamiento se recuperan mediante muestras de órganos internos, orina y sangre; sin embargo, en estados avanzados de descomposición esta técnica no es posible, de ahí que los insectos puedan ser una alternativa en la determinación de la presencia de sustancias en un cuerpo, dado que el análisis cualitativo en las larvas es una evidencia de la presencia de un compuesto determinado.

La entomotoxicología es una herramienta que aplica análisis toxicológicos a insectos que se alimentan de carroña, con el fin de identificar y cuantificar drogas y toxinas presentes en cadáveres, además investiga los efectos causados por estas sustancias sobre el desarrollo de los artrópodos con el fin de asistir la estimación forense del Intervalo Postmortem mínimo (IPM).

También puede definirse como la disciplina que contempla los estudios histoquímicos de los tejidos de las larvas, pupas y adultos, los puparios, los exoesqueletos de necrófagos y necrófilos, así como los excrementos de coleópteros, estos toman real importancia ya que constituyen una herramienta útil con el fin de detectar sustancias toxicas.


              ¿Cómo se aplica?

1.      Recolección de insectos

2.      Identificación taxonómica

3.      Aplicación de pruebas toxicológicas

La entomotoxicología utiliza técnicas tales como el Análisis Radio Inmunológico (RIA); Cromatografía de Gases (GC), Cromatografía de Capa Fina (TLC) y Cromatografía Liquida de Alta Resolución (HPLC).


Referencias bibliográficas

Estrada, D. 2008. Avaliaçâo da taxa de desenvolvimento de três espécies de Califor´des (Díptera) de importancia forense sob o efeito de dois barbitúricos. Tesis doctoral. Instituto de Biología, Universidad Estadual de Campinas-UNICAMP. 96 pp.

Estrada, D., M. Grella, P. Thyssen y A. Linhares. 2009. Taxa de desenvolvimento de Chrysomya albiceps (Wiedemann) (Diptera: Calliphoridae) em dieta artificial acrescida de tecido animal para uso forense. Neotropical Entomology 38(2):203-207

Introna, F., C. Campobasso y M. Goff. 2001. Entomotoxicology. Forensic Sciences International. 120 (1-2): 42-47

Wolff, M., Y. Zapata, G. Morales y M. Benecke. 2006. Detección y cuantificación de Propoxur en la sucesión de insectos de importancia médico-legal. Revista Colombiana de Entomología. 32 (2):159-164

sábado, 4 de junio de 2011

Quinto Boletín Informativo

Boletín Informativo Vol. 2 No. 2 Mayo 2011

Servicio Comunitario de Entomología Forense, Universidad de Carabobo

ENTOMOnoticias

¿Qué es un entomólogo forense  y cuál es la  función?

 Profesional encargado de la  identificación precisa de los insectos u otros artrópodos asociados a la escena de un crimen, con el fin de apoyar procesos de administración de justicia.

 El papel del entomólogo, teniendo en cuenta lo comentado  es importante, pues al estar entrenado en la búsqueda de evidencias muy pequeñas, fácilmente ignorables y pasables por alto, es capaz de encontrar, además de las evidencias entomológicas, otros tipos de evidencias físicas.


¿Cuantos  entomólogos forenses hay en el mundo?
A  nivel mundial solo figuran 60 científicos que participan en la entomología forense. Casi la mitad trabajaba en un colegio o universidad como profesor de entomología o de la biología, investigador o empleado del Servicio de Extensión Cooperativa.


¿Por qué la entomología forense esta limitada en nuestro país?
·         Poca información sobre esta disciplina en nuestro país.
·         La falta de entomólogos especializados en el estudio sistemático-biológico de la fauna asociada a los cuerpos en descomposición.
·         Distanciamiento entre entomólogos y profesionales de la medicina legal.
·         Carencia de un listado de las especies de importancia forense para Venezuela, con sus tablas de vidas respectivas

¿Cómo convertirse en un entomólogo  forense?
1.      Comenzar tan pronto como usted pueda, involucrarse en los aspectos esenciales de este trabajo. Usted debe mostrar un interés definido en los insectos y aprender tanto de ellos como sea posible.

2.      Ten en cuenta que  no encontrará un gran número de cursos en el campo de la entomología forense, por ello debes empezar por  cursar una especialidad  relacionada,  una licenciatura, Maestría en ciencias y, preferiblemente, su Doctorado en Entomología.

3.      Buscar una posición en cualquier área que está relacionada con la entomología forense. Usted tendrá que construir su primera experiencia. Aproximadamente 1/3 de todos los profesionales que están en la entomología forense son trabajadores por cuenta propia o actúan como consultores para la policía, además de sus puestos de trabajo a tiempo completo.

4.      Únase a una asociación (es) o instituciones  de entomología forense o áreas relacionadas con la misma, para intercambiar  ideas, información y metodologías que te ayuden a estar actualizado.

¿Por donde empezar?

Establecer las bases primarias de esta ciencia, para ir construyendo el conocimiento sobre ella, investigando las especies necrófagas, su taxonomía y su biología


Referencias Bibliográficas
Arnaldos, I. M., A. Luna, J. Presa,  E. Gallego & M. Dolores. (2006). Entomología  Forense en España: Hacia Una Buena Práctica Profesional. Ciencia Forense. 8: 17-38

Magaña, C. La Entomología Forense y su aplicación a la medicina legal. (2001). Data de la muerte. Bol.S.E.A. 28:49-57.