Son momentos claves los procesos de putrefacción cadavérica, ya que, por sus diversos olores, atraen a una variedad de insectos (dípteros, coleópteros, lepidópteros y algunos ácaros), fenómeno que indica el tipo de sustancia que prefieren los insectos como alimento; clasificándose en:
Especies necrófilos (depredadoras y parásitos) (Fig. 3): son un grupo de insectos que no tienen una relación directa con el cuerpo, sin embargo son parásitos o depredadores de las larvas y pupas de las especies necrófagas; tenemos coleópteros de la familia Silphidae, Staphylinidae e Histeridae; dípteros de la familia Calliphoridae y Stratiomyidae, incluye también himenópteros.
Especies accidentales: son artrópodos que hacen uso del cuerpo como una extensión de su hábitat normal, entre estos tenemos colémbolos, arañas, ciempiés, ácaros entre otros, que pueden alimentarse de hongos y mohos que crecen en el cuerpo.
No obstante el grado de actuación de estos insectos necrófagos varía con la ubicación espacial del cadáver, así como la causa de muerte, sumergido, enterrado, muerte por envenenamiento, entre otras. La colonización de cadáveres por esta entomofauna es ordena, los primeros en llegar son los califóridos (Calliphoridae) seguido de otras familias de dípteros y coleópteros, sin embargo hay que tener presente que los patrones de sucesión de estos insectos varían geográficamente, teniendo cada localidad su propio conjunto de especies de artrópodos asociado a cadáveres, incluyendo las especies cosmopolita.
Magaña, C. 2001. La Entomología Forense y su Aplicación a la medicina legal, Data de la muerte. Bol. S. E. A. 28: 49-57.
Liria, J. 2006. Insectos de importancia forense en cadáveres de ratas, Carabobo-Venezuela. Rev. Peru. Med. Exp. Salud Pública. 23(1): 33-38.
muy buena informacion
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