sábado, 11 de junio de 2011

Estudio del esqueleto cefalofaríngeo

Las larvas de insectos asociadas a cadáveres son quienes en realidad presentan más valor a la hora de datar el intervalo postmortem mínimo, debido a que son estas quien se alimenta continuamente del cuerpo en descomposición, una vez que las larvas son colectadas se proceden a fijarlas en agua hirviendo y posteriormente se sumergen en etanol al 70%. Para una correcta identificación se debe usar las características morfológicas de las larvas, sin embargo en la mayoría de los casos la identificación se realiza mediante el estudio del esqueleto cefalofaríngeo, el cual se disecciona con la ayuda de una hojilla de afeitar o bisturí en la parte anterior de la larva.

Después que se extrae la parte anterior de la larva, se procede al aclarado de la pieza bucal para dejar a la vista sola las estructuras esclerotizadas que son de interés para clasificar a las larvas en especie, es decir, elimina selectivamente las partes musculares y las grasas, dejando la parte quitinosa.

Se procede a sumergir la pieza bucal en un vidrio de reloj o en tubo de ensayo con hidróxido de potasio en solución acuosa (KOH) al 10% durante 6-8 horas a temperatura ambiente, o acelera el proceso mediante calor unos 5 ó 10 minutos, otros autores prefieren usar el KOH más diluido, por ejemplo al 5%, lo cual permite dominar mejor el procedimiento por ser de acción más lenta. Tradicionalmente se ha venido usando el hidróxido de potasio (KOH) para aclarar las piezas bucales; sin embargo se ha visto que usar el hidróxido de sodio (NaOH), da mejores resultados y es menos corrosivo.

Una vez aclarada la pieza podemos guardarla en microviales (10 x 5 mm) en etanol al 70% al que podemos añadir tres gotas de glicerina, cuando se desee realizar la identificación de la pieza bucal se extrae del vial y se deposita en una placa de porcelana adicionándole glicerina, posteriormente se puede observar a la lupa estereoscópica.

Es necesario insistir en el hecho de que una pieza bucal separada del ejemplar, se extravía con facilidad, para ello, una vez estudiada la pieza se debe guardar el microvial que la contiene introduciéndolo en el envase que contiene el resto de la larva. Por ultimo se realiza un etiquetado con los datos típicos de identificación de la especie, con el nombre de la familia, fecha de colecta, lugar de colecta y número de caso.  

Referencia bibliográfica

Sukontason, K.; R. Methanitikorn; K. Sukontason;  S. Piangjai y J. Olson. 2004. Clearing technique to examine the cephalopharyngeal skeletons of blow fly larvae. Journal of Vector Ecology. 192-195.

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